EJERCICIO AL AIRE LIBRE EN CÁNCER

Acaba de ser publicado este interesantísimo estudio en el que se concluye que los supervivientes oncológicos que se ejercitan al aire libre, en contraposición a lugares cerrados, tienen una mayor calidad de vida, se sienten más felices y con una mayor conexión con la naturaleza.

Se trata de un estudio realizado en Canadá en el que se exploran las preferencias, las barreras y los incentivos a ejercitarse al aire libre en supervivientes oncológicos. Consistió en contestar a un cuestionario online en el que participaron un total de 114 personas de entre 25 y 82 años de edad y la mayoría (76.3%) mujeres. En cuanto al tipo de cáncer el estudio incluye muchas localizaciones aunque el mayoritario era cáncer de mama (49,1%). Por otro lado los tratamientos recibidos fueron cirugía (78,9%), quimioterapia (58,8%) y radioterapia (56,1%) y el 73,7% ya había completado el tratamiento.

Preferencias

Corroborando literatura científica anterior, caminar es la actividad favorita de los participantes en el estudio. Además, un 83,3% indicaron que el entorno es un factor determinante a la hora de ejercitarse y un 57% indicaron el ejercicio al aire libre como primordial. De hecho, quienes se ejercitaron al aire libre experimentaron mejoras significativas en disfrute, motivación y autoestima para ejercitarse que quienes lo hicieron en espacios interiores.

Barreras

Las mayores barreras que se reportaron fueron tiempo atmosférico adverso (24,6%) y horarios (20,2%). Es más, cuando preguntados acerca de cómo se ejercitaban con tiempo atmosférico adverso, un 29,8% no se ejercitaba, un 25,4% lo hacía en interior y un 23,7% continuaba haciéndolo al aire libre. Por ello se recomienda que además de informar acerca de los beneficios de la actividad física se informe a supervivientes oncológicos en temas de seguridad y equipamiento adecuado para poder continuar la práctica con tiempo adverso.

Incentivos

Los mayores incentivos fueron apoyo del grupo (36,8%), horarios (18,4%) y la localización de la actividad (16,7%).

Los investigadores destacan además que la literatura ha evidenciado que el hecho de ejercitarse al aire libre y no en un hospital o gimnasio puede reforzar la idea de la actividad física como una actividad más del día a día en contraposición con algo directamente relacionado con el cáncer. Asimismo, puede paliar el miedo de algunas personas con sistemas inmunitarios debilitados a verse expuestos a riesgos de infección por ejercitarse en espacios interiores. Finalmente la evidencia científica ratifica también los beneficios de ejercitarse en entornos naturales.

Por todo lo expuesto, se concluye la recomendación de recomendar el ejercicio físico al aire libre a supervivientes oncológicos para así mejorar sus niveles de actividad física, sus niveles de felicidad y su calidad de vida.

Lo expuesto en este artículo abunda en las razones existentes para implementar intervenciones de marcha nórdica en este grupo de población. Para leer más acerca de este tema visita la entrada “La marcha nórdica en el proceso oncológico”.

Referencia: Lesser, I. A., Nienhuis, C. P., & Belanger, L. (2021) Active by nature: exploring cancer survivors’ exercise barriers, facilitators, preferences, and psychosocial benefits of engaging in outdoor physical activity. Supportive Care in Cancer, 1-9.


Cristina González Castro

  • Grado en Radioterapia y Oncología por la University of London
  • Grado en Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio por la University of Surrey
  • Posgrado en Psicología Positiva Aplicada y Psicología del Coaching por la University of East London

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