LA LUNA DE LINTERNA Y EL MAPA POR BANDERA

Hoy es el Día Internacional de las Montañas. La mayoría pensará en las más altas, las grandes cumbres, las emblemáticas o quizá en alguna en concreto que le haya marcado de forma especial. También las tengo pero hoy elijo esta foto que me encontré hace muy poco, una montaña cualquiera de un fin de semana cualquiera de mi infancia. Porque fue en esas montañas cercanas y cotidianas donde se forjó la que ahora soy.

«El frío helado en la cara

Mis chirucas mojadas

El aire puro de la mañana

La lluvia en el doble techo

Los dedos entumecidos

El calor de la hoguera

El viento de frente

El olor de la piedra

Los madrugones con mochila

El agua fresca de la fuente

El crujido de la nieve

Mi primera vía de primera

El sonido de la cocinilla

Un chapuzón en Los Lagos

Los cielos de estrellas

La sidra y las risas

Hundirte en la nieve hasta la cadera

No querer salir del saco

Las charlas sinceras

Tumbarte en la hierba sin poder mover nada

Intentarlo y comprobar que estabas bien asegurada

Compartir cantimplora

Aquellos dos días de parchís en Estós con la nieve bloqueando la entrada

Los esquís sobre el hielo

Las marchas nocturnas infantiles por parejas

Dejar en el buzón una tarjeta

Acampar sobre la nieve

El aullido del lobo

La noche con mi padre aferrados cada uno a un mástil de la canadiense bajo la tormenta en el Circo del Tera

Las amistades fugaces de telesilla

Las espinas de los tojos en las piernas

Mi amanecer en La Brecha

Los bosques, las clavijas y las crestas

Los ronquidos en el refugio

Los desayunos con galletas

Encontrar los hitos que marcan la senda

Ir abriendo huella

Bajar a saltos por una pedrera

Los sustos de la caída y de cuando me perdí en la niebla

Las retiradas a tiempo

Los abrazos en la cumbre

La luna de linterna y el mapa por bandera».


Extraído de VOZ PROPIA https://4trebol.com/libros/

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