Esta revisión sistematica (estudio de estudios) analizó los efectos de distintas intervenciones de ejercicio físico en el linfedema secundario al cáncer de mama. El trabajo incluyó 11 ensayos controlados aleatorios realizados entre el 2003 y el 2016 con un total de 458 mujeres con cáncer de mama.
Las distintas intervenciones consistieron en ejercicio en el agua, aerobic, ejercicio de fuerza, yoga y ejercicios antigravedad, dirigidos por un profesional cualificado y adaptados de forma individual a cada paciente.
La mayoría de los estudios mostraron mejoras objetivas y subjetivas mientras que no se encontraron episodios adversos. Cabe destacar que los resultados corroboran que el ejercicio físico de fuerza no solamente no perjudica sino que es beneficioso. Aunque la mayoría empleaba también ejercicios de respiración, que también muy probablemente influyeron en los resultados. También merece ser resaltado el hecho de que los estudios con mejores beneficios incluían intervenciones frecuentes (casi a diario) y de pocos minutos (máximo 17) por lo que es posible que la frecuencia y no tanto la duración de la sesión, sea un factor determinante.
Los investigadores concluyen que el ejercicio físico no está contraindicado para mujeres con linfedema secundario al cáncer de mama, que el ejercicio físico de fuerza o vigoroso no está contraindicado y que hacen falta más estudios incluyendo otros tipos de ejercicio que puedan resultar atractivos para estas mujeres.
Referencia: Baumann, F. T., Reike, A., Reimer, V., Schumann, M., Hallek, M., Taaffe, D. R., … & Galvao, D. A. (2018). Effects of physical exercise on breast cancer-related secondary lymphedema: a systematic review. Breast cancer research and treatment, 1-13.
Para más información en ejercicio y cáncer consulta el manual: ‘Ejercicio y Cáncer. Mitos, Leyendas y Recomendaciones’ publicado por nuestra especialista Cristina González Castro.
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