La caquexia consiste en una pérdida acelerada de peso y en especial de masa muscular, asociada al cáncer. Está presente en hasta un 80% de los pacientes en con enfermedad avanzada. Aunque puede afectar en cualquier tipo de cáncer, suele ser más prevalente entre quienes padecen cáncer de páncreas, pulmón, colorrectal o gastrointestinal. Entre las consecuencias de la caquexia se cuentan una reducción en la tolerancia al tratamiento oncológico, un aumento a la susceptibilidad de la toxicidad del tratamiento y una reducción de la cantidad y calidad de vida.
Los estudios científicos muestran que la inactividad física es un factor que siempre está presente en la progresión de la caquexia, pudiendo contribuir a la atrofia y disfunción musculares. Dada la importancia de la masa muscular y su relación con la mortalidad, las terapias destinadas a mejorar la función y masa musculares podrían tener un importante papel a la hora de mejorar la supervivencia. Se sabe que el ejercicio físico aumenta la función muscular y metabolismo en sujetos sanos, la cuestión es establecer si puede también jugar un papel determinante en frenar los efectos de esta condición en pacientes afectados.
Encontrar una terapia única que sirva para todos los caso es muy difícil, por un lado por la enorme variedad de tipos de cáncer y cómo éstos afectan a los pacientes dependiendo de sus características individuales (edad, sexo, índice de masa corporal, estado físico etc) y por otro porque los orígenes de esta condición son multifactoriales y no están del todo claros. Es además una condición que está asociada a diversos desórdenes sistémicos como un aumento de la respuesta inflamatoria, la anemia o el hipogonadismo. Tales desórdenes se consideran objetivos terapéuticos y en este sentido tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza pueden potencialmente influir positivamente en ellos.
Actualmente existen muy pocos estudios controlados aleatorios a este respecto, sin embargo, los resultados son prometedores y apuntan a que tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza pueden ser beneficiosos en el paciente con caquexia. Estos datos deben tomarse con precaución y los esfuerzos apuntan a seguir investigando para poder incorporar el ejercicio físico como parte de un abordaje multidisciplinar (ejercicio físico, nutrición, tratamiento ocnológico etc) buscando mejorar la cantidad y calidad de vida del paciente con caquexia. Mientras tanto las recomendaciones son las de evitar el sedentarismo y procurar mantenerse activos dentro de las posibilidades individuales de cada paciente.
Referencias:
Hardee, J. P., Counts, B. R., & Carson, J. A. (2017). Understanding the Role of Exercise in Cancer Cachexia Therapy. American Journal of Lifestyle Medicine, 1559827617725283.
Schmitz, K. H., Courneya, K. S., Matthews, C., Demark-Wahnefried, W., Galvão, D. A., Pinto, B. M., … & Schneider, C. M. (2010). American College of Sports Medicine roundtable on exercise guidelines for cancer survivors. Medicine & Science in Sports & Exercise, 42(7), 1409-1426.
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