EJERCICIO A BAJA INTENSIDAD, FATIGA Y CÁNCER

Un estudio publicado el verano pasado analizó distintas intervenciones de ejercicio físico para dilucidar los efectos de éste en la fatiga relativa al cáncer en pacientes con cáncer de mama (1).

Se trata de una revisión sistemática y metaanálisis, es decir, un estudio de muchos estudios con un resultado estadístico de los resultados y que por su rigurosidad ocupa el nivel más alto en la pirámide de evidencia científica. En éste se incluyeron 9 ensayos controlados aleatorios publicados entre el año 2000 y el 2019 con un total de 581 pacientes con cáncer de mama estadios I,II y III. Las intervenciones de ejercicio se valoraron en función del tipo, duración e intensidad de cada una.

Se observó que quienes participaban en las intervenciones de ejercicio físico observaron menores índices de fatiga que quienes no se ejercitaron. Es más, el estudio concluye que incluso ejercicio físico a intensidad baja, de al menos 20 minutos al día, tres veces por semana y durante 12 semanas produjo efectos significativos a la hora de reducir la sintomatología asociada a la fatiga relativa al cáncer en mujeres con cáncer de mama una vez superado el tratamiento.


Pero el ejercicio físico no solamente es efectivo una vez concluido el tratamiento, distintos estudios muestra la efectividad de intervenciones realizadas durante el tratamiento activo. En este LINK puedes leer un reciente estudio (2) en el que se intervino con sesiones de fútbol mejorando niveles de fatiga relativa al cáncer, ansiedad y depresión así como mejorando la calidad del sueño, todo ello contribuyendo a una mejor calidad de vida.

Es más, las recomendaciones mundiales para supervivientes oncológicos (3-5) señalan la idoneidad de intervenciones de ejercicio físico antes, durante y después del tratamiento así como la necesidad de que éstas se ajusten a las capacidades de cada superviviente. Sin embargo, especifican también que en caso de no tener acceso a profesionales especializados esto nunca puede constituir una barrera al ejercicio por lo que el equipo médico debería poder recomendar pautas para ejercitarse de manera autónoma. La clave siempre es ejercitarse dentro de las posibilidades individuales bajo la premisa de que la inactividad no es una opción.

Para leer más artículos en ejercicio y cáncer visita el BLOG o PINCHA AQUÍ.

Referencias:

  1. Lin, H. P., Kuo, Y. H., Tai, W. Y., & Liu, H. E. (2021). Exercise effects on fatigue in breast cancer survivors after treatments: A systematic review and meta‐analysis. International Journal of Nursing Practice, e12989.
  2. Yu Zhang, Haonan Niu, Zhiwei Peng, «Effect of Football on Fatigue of Patients with Breast Cancer Treated with Nano-Chemotherapy», Journal of Chemistry, vol. 2020, Article ID 7609803, 7 pages, 2020. 
  3. Alpa, P. V. et al. (2019) American College of Sports Medicine Roundtable Report on Physical Activity, Sedentary Behavior, and Cancer Prevention and Control. Medicine & Science.
  4. Campbell, K. L. et al. (2019) Exercise Guidelines for Cancer survivors: Consensus statement from international multidisciplinary roundtable. Medicine & Science in Sports & Exercise.
  5. Schmitz, K. H. et al. (2019) Exercise Is Medicine in Oncology: Engaging Clinicians to Help Patients Move Through Cancer. A Cancer Journal for Clinicians.

Cristina González Castro

  • Grado en Radioterapia y Oncología por la University of London
  • Grado en Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio por la University of Surrey
  • Posgrado en Psicología Positiva Aplicada y Psicología del Coaching por la University of East London

Los comentarios están cerrados.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: